sábado, 12 de noviembre de 2011

Septiembre

13 de septiembre de 2010


Con la llegada del mes de septiembre me hice una pregunta: ¿qué es el patriotismo? He pensado en esta definición por varios días, buscando realmente la forma de entender lo que encierra su significado. No fue tarea fácil, mucho tiempo me tomó darle vueltas al asunto sin saber verdaderamente cómo completar mis ideas. Tenía algunas, pero no era suficiente... Faltaba algo más.

Hablando con un conocido, de quien me reservo el nombre, llegamos a tocar este tema y encontré entonces mis respuestas. Él dice que no se siente avergonzado de ser guatemalteco... No, pero tampoco orgulloso. Dice que, me atrevo a citarlo, "no tiene razones para estar orgulloso de su país", y que no le da pena ser sincero y aceptarlo. Pocas veces en la vida me había sentido tan insultada como me sentí en los minutos que duró esa conversación.

Creo que eso es patriotismo. Que alguien me dijese que no se siente orgulloso en lo mas mínimo de esta nación, me indignó de tal manera que quería gritar, quería llorar. El patriotismo es un sentimiento que nos víncula a todos a nuestra patria por pertenecer a ella, pero más aún, a todos los guatemaltecos por ser hermanos, hijos de una misma tierra; un sentimiento que debería ser inherente a nosotros, a nuestra identidad. Sin embargo, me he encontrado con que muchas veces este término se confunde con nacionalismo, así que me doy a la tarea de explicar la diferencia entre ambos.

El patriotismo difiere del nacionalismo porque no necesita a un gobierno para manifestarse; el patriota se hace antes de la existencia de regímenes políticos, económicos o administrativos de ningún tipo en el territorio, y perdura aún cuando estos llegan a desaparecer. Esta permanencia en el tiempo de amor por el país es lo que constituye al verdadero patriotismo. No es el amor por el poder o la búsqueda de encargarse de los sistemas gubernamentales de una nación, es un valor diferente y muy superior.

Ahora definidos los términos, ¿qué nos queda? Debemos crear una fuerte identidad cultural en Guatemala para lograr que se dé un cambio verdadero. Debemos dejar de separarnos como grupos con distinciones étnicas, sociales, económicas, ideológicas y muchas otras diferenciaciones, y empezar a sentirnos individuos que son parte de un mismo grupo, que se dirigen a la realización de una misma meta.

Las acciones "patrióticas" son aquellas que nos sirven para mostrar el amor que tenemos hacia nuestro país. No es morir en un campo de batalla o una amiplificación tal; es simple y sencillamente desplegar la bandera al viento, cantar el himno con orgullo y defender y apoyar al país ante cualquier medio. No al gobierno ni a otra entidad: al país.

Si bien el patriotismo no define si una persona es "buena" o "mala", es un valor realmente importante. Los exhorto entonces a no ser como mi amigo, a estar orgullosos de su nación, su cultura y sus raíces. El día que dejemos la indeferencia atrás, las cosas empezarán a mejorar. El día que amemos a nuestro país, no nos atreveremos a causarle daño ni a manchar su honor de ninguna forma. Es necesario que todos cultivemos estos sentimientos de identificación, cariño y respeto, que nos conlleven a actos que busquen el beneficio de toda la comunidad guatemalteca, y por ende al desarrollo y evolución de nuestra sociedad.

Hace 189 años este país fue declarado "libre". Pero no hemos encontrado la libertad... Hoy, casi dos siglos después, aún tenemos la oportunidad de cambiar esta historia. Es más, tenemos la obligación moral de hacerlo; de firmar una Independencia real, firmarla en nuestro pensamiento y en nuestras acciones. Hoy debemos empezar un nuevo capítulo en nuestra historia y lograr que por fin el Quetzal rompa en vuelo, libre como ha querido siempre estar.

Es inevitable aceptar que Guatemala tiene muchísimos retos, pero estos debemos asumirlos todos quienes habitamos en ella. Amemos a una Guatemala que nos necesita, que se hunde... Y busquemos salvarla de ese ahogamiento. No podemos ver como nuestra sociedad se destruye y no interesarnos por ser parte de un cambio; los grandes cambios que se han logrado en el mundo han sido llevados a cabo por ciudadanos que aman a su patria y entienden que ésta define parte de lo que son como individuos. Han sido logrados por personas que comprenden, no solo la historia de su país, sino la del mundo, y que saben que deben luchar por no cometer los erorres del pasado.

En nuestra sociedad, se nos han dado pocas opciones porque otras personas han decidido qué es bueno para ellos mismos, disfrazándolo de democracia o de "qué es bueno para la población". No dejemos que el Gobierno, y los grupos de poder a quienes favorece, decidan por nosotros. La única manera de progresar es que el patriotismo nos permita exigir el cumplimiento de la libertad e independencia, ideales a los cuales tenemos un completo derecho. No permitamos que se limite nuestro poder de decidir y de educarnos.

En Guatemala no hay una verdadera democracia y esto ha tenido efectos en nuestro desarrollo individual y colectivo. Existe la necesidad de que seamos libres para poder alcanzar el progreso. Debemos entender que es indispensable reconstruir generacionalmente este país para hacer un cambio significativo y perdurable, y esto puede empezar a construirse desde el patriotismo: desde el AMOR por Guatemala.

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